+ AVIÑÓN (84, Vaucluse, Francia): Aviñón, conocida como la Ciudad de los Papas, es la capital de la provincia del Vaucluse, en el sur de Francia. Es conocida por su muralla, por el Palacio Papal y por su puente sobre el Ródano, el puente Saint-Bénézet, que ha dado lugar a una famosa canción infantil (Sur le pont d’Avignon) que se burla del hecho de que el puente está inacabado. Aviñón forma parte además del patrimonio mundial de la UNESCO.

El Palacio Papal es precioso, tanto por fuera como por dentro. Está situado en una gran plaza y está rodeado de bonitos edificios (como el Hotel de la Moneda) y numerosas terrazas. Los turistas invaden esta plaza y la fachada del palacio les deja sin palabras, ya que el palacio una fortaleza en la Edad Media, hecho que explica su aspecto tan imponente.

En el interior del palacio hay un bonito claustro que en esta ocasión acogía una exposición de rosas (Altera Rosa), las unas más bonitas y más perfumadas que las otras. Desde la segunda planta hay una preciosa vista sobre el claustro y sobre el patio de honor del “palacio nuevo” (donde se han instalado gradas para el festival de Aviñón), además de las vistas sobre la ciudad, la plaza del Palacio y el Petit Palais, el puente de Aviñón, la catedral Notre-Dame des Doms, etc. Además, podemos admirar de cerca algunos elementos arquitecturales interesantes.

En el Palacio Papal hay varias salas que se conservan tal y como se concibieron en su época, y en las demás salas hay exposiciones con objetos del palacio, como campanas, manuscritos, azulejos decorados con formas geométricas o con animales, frescos murales, maquetas con la evolución del palacio, etc. En otra sala hay varias esculturas de Papas muy bien conservadas, tumbas, etc. y cerca de la salida hay bonitas pinturas y cúpulas con frescos casi intactos. Pero lo que llama la atención es la altura de los techos de algunas salas, que nos hacen sentir como enanitos. Las salas más impresionantes son las de las habitaciones de los Papas, con el suelo y las paredes completamente decoradas con escenas que representan la naturaleza y animales. Desafortunadamente no está permitido hacer fotos en ellas.

El único pero de la visita es la organización para comprar las entradas: la sala donde están las taquillas es demasiado pequeña para la gran afluencia de visitantes y la organización deja bastante que desear.

De la ciudad de Aviñón destaca su ópera-teatro, sus pinturas con engañifas o trompe-l’oeil, su ayuntamiento, sus pasajes decorados, sus calles empedradas, sus iglesias y templos y la preciosa calle Peyrolerie y su roca. Os recomiendo la visita de Aviñón, una ciudad llena de historia.

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